La estimulación cognitiva es un conjunto de técnicas y estrategias que tienen como objetivo el mantenimiento o la mejora de las capacidades cognitivas.
Para poder hacer un tratamiento adecuado, primero se ha de tener en cuenta el diagnóstico de la persona. Para ello es aconsejable, entre otros estudios, realizarse una exploración neuropsicológica. Una vez enfocado el diagnóstico podemos orientar el tratamiento hacia:
En los casos de daño cerebral adquirido, como los ictus, tumores u otras lesiones, se aconseja una enfoque hacia la rehabilitación cognitiva, sobre todo los primeros meses y el primero año, donde vamos a trabajar para poder recuperar esa función el máximo posible respecto a su rendimiento basal.
En el caso de las enfermedades neurodegenerativas, no buscamos trabajar una rehabilitación cognitiva. Ya que sabemos, que esa área cerebral está dañada y además será un proceso que irá empeorando. Por ejemplo, no podemos trabajar asiduamente la memoria reciente en una persona afectada de la enfermedad de Alzheimer, porque solo provocaremos frustración, angustia y hasta trastornos de conducta. En estos casos, aconsejamos la estimulación cognitiva, donde se trabajan sobretodo las áreas preservadas para que gane estrategias compensatorias y así ralentizar al máximo el proceso neurodegenerativo. Podemos trabajar memoria, pero más centrada en la reminiscencia.
Respecto al entrenamiento cognitivo, nos referimos a aquellas personas que no tienen deterioro, pero que quieren mantenerse activos cognitivamente.
Lo más recomendable es realizar la estimulación cognitiva en centros especializados. En estos centros hay personas especialistas que evalúan y adaptan la estimulación según el perfil de cada uno. Además, se promueve la socialización, por lo que, en consecuencia, muchas veces observamos también una mejora emocional.
Aun así, son muchos los casos que no pueden o no quieren asistir a centros, así que recomendamos que se mantengan lo más estimulados posible aunque sea en el domicilio. Hay muchas maneras de estimular nuestro cerebro y os vamos a proponer algunas alternativas. Resaltar, que si podemos sacar partido de aquellas motivaciones o hobbies que le gusten a la persona que va a hacer la estimulación, mucho mejor, ya que la motivación y la atención juegan un papel importante para la adherencia al tratamiento.
ORIENTACIÓN:
Conciencia de uno mismo en tiempo, espacio y en persona
(ej: ¿qué dia es?, ¿dónde estoy?, ¿qué edad tengo?)
LENGUAJE:
La forma de comunciarnos con el mundo. Mediante la escritura, la lectura, la comunicación verbal y no verbal. Se divide en: fluencia, comprensión, repetición y denominación.
MEMORIA:
Capacidad para aprender y recordar. La memoria tiene tres fases o procesos sucesivos: la codificación de la información, el almacenamiento y la recuperación o evocación en un momento posterior.
PRAXIAS:
Movimientos voluntarios dirigidos a realizar una actividad concreta como vestirse, lavarse los dientes, realizar un dibujo, etc.
GNOSIAS:
Reconocer la información que hemos aprendido a través de los sentidos. Por ejemplo, reconocer a personas conocidas.
CÁLCULO:
Capacidad para resolver operaciones aritméticas. Por ejemplo: sumar, restar, resolución de problemas, etc.
FUNCIONES EJECUTIVAS:
Actividades mentales complejas que nos permiten planificar, tomar decisiones, organizarnos, prestar atención a diferentes tareas a la vez, etc.
A continuación os adjuntamos algunos ejemplos de páginas webs donde os podéis descargar material gratuito para trabajar en casa:
Os adjuntamos un Libro de Memoria donde poder reflejar la historia de vida y trabajar la reminiscencia.
Esta tarea se considera muy adecuada para trabajar la estimulación cognitiva y tiene un alto componente emocional y vinculante, sobretodo si se trabaja en conjunto con la familia.
Es recomendable incluso para personas diagnosticadas de enfermedad de Alzheimer leve, ya que la memoria reciente es la que está alterada, pero la del pasado sigue preservada en las primeras etapas.
Algunas aplicaciones para móviles o tablets también son un buen recurso si la persona se adapta a las nuevas tecnologías. Os ponemos algunos ejemplos: